EL ENEMIGO DE LA
IZQUIERDA
De nuevo volvemos a los instintos más bajos y primarios que
tiene la izquierda, parece tener un enemigo declarado que es para siempre y que
se agita como bandera para así mover a unas masas ya inertes y desmoralizadas.
Recordemos las palabras de Rubalcaba en su discurso de
investidura, en ellas invitaba a eliminar los acuerdos con la Santa Sede, es
decir con la Iglesia, y esto fue utilizado para provocar una fuerte ovación a
un candidato y ya secretario con cierto olor a naftalina, y que mejor que
desterrar viejos odios, que tanto bien han hecho a la izquierda y tanto odio
han provocado en España. Todo venía al caso de las últimas propuestas del nuevo
Gobierno, especialmente en lo referente al aborto y a la asignatura de Educación
para la Ciudadanía, era un claro arrepentimiento de no haber sido todavía más
duros con la Iglesia y con su moral que marca para ellos el retroceso de una
sociedad, como si fuera una modernidad el aborto, el adoctrinamiento, y la
libertad entendida como pérdida de derechos naturales.
A este coro ahora se une Cayo Lara de Izquierda Unida, que
hace una propuesta clara de quitar privilegios a la Iglesia, reduciendo un 20 %
los ingresos que el Estado da a la Iglesia, de esta manera ellos creen que se iguala
a la Iglesia con otras instituciones, se olvidan que en la actualidad solo se
da el porcentaje de las personas que ponen la cruz en la casilla de la Iglesia
Católica, algo totalmente voluntario y libre.
No acaba ahí esa fijación, también la izquierda quiere cobrar
el impuesto de los bienes inmuebles, algunos ayuntamientos gobernados por el
Bloc pretender cobrar tasas por salir en procesión pero a su vez crear locales
públicos para celebraciones civiles, pero estos sin tasas y gratuitos, esto lo
propone el mismo ayuntamiento.
Se olvidan de la gran labor social que hace la Iglesia, una
labor humanitaria, a través de Cáritas, de la educación, de los ancianos, de
las personas con discapacidad, etc, y otra espiritual que es dar esperanza en
la dificultad, en la crisis, es dar sentido a la vida en un mundo cargado de
injusticias, es dar esa paz que necesitan todos los hombres, es buscar a ese
Dios que muchos se niegan a reconocer pero que nos invita a un mundo mejor.
Javier Abad Chismol
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