SEDE VACANTE
Las noticias en la Iglesia nos han creado a todos cierta
inquietud, supongo que es inevitable, es la primera vez que vemos una despedida
de un Papa por voluntad propia. Este acontecimiento nos ha hecho mucho que pensar,
y por supuesto las especulaciones están servidas, ¿Qué es lo que habrá ocurrido
en su totalidad? Eso desde luego no podremos saber nunca, lo que es cierto es
que un gran hombre el Papa emérito Benedicto XVI nos ha dado una gran lección
de humildad y de servicio a la Iglesia.
No es nada fácil dejar el poder, aunque flaqueen las fuerzas,
el poder es un plato de gusto y el ser humano una vez lo ha probado no quiere
dejarlo, solo puede hacerse por amor a Dios y con una actitud de servicio
completo a la Iglesia, saber morir a uno mismo para buscar el bien general.
Precisamente el bien común fue el deseo del Papa cuando ya se
encontraba retirado, fueron sus últimas palabras, que entre todos construyamos
un mundo más justo y solidario, un mundo mejor, y para ello es fundamental la
generosidad, la entrega, el saber morir;
“si el grano de trigo no muere no puede dar fruto”.
Ha dado una gran lección al mundo, en donde los que experimenta
el poder no lo quieren soltar bajo ningún concepto, y en muchas ocasiones no
buscan ese bien común, lo que se busca es el bien propio, el servirse del
servicio a los demás.
Ahora estaremos todos expectantes para ver que nos
encontramos, para ver el conclave, veremos si los cardenales haber dar ejemplo
de unidad, de caridad y servicio a la Iglesia, que se dejen guiar por el Espíritu
Santo, que no caigan en las rivalidades humanas, que se dejen llevar para que
la barca de Pedro siga su peregrinar por este mundo.
Javier Abad Chismol
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