DUROS MOMENTOS PARA LA
BARCA DE PEDRO
¿Qué está ocurriendo con la Iglesia? Parece como si una
vorágine de noticias destructivas estuviera vapuleando la barca de Pedro,
momentos turbios, de dificultad, de dureza, y de madurez para los católicos,
para así poder encajar el duro golpe del pecado.
No nos cabe ninguna
duda de que la Iglesia está en el punto de mira de los poderes actuales de este
mundo, de los medios de comunicación de los gobiernos liberales, y todos los
movimientos que declaran la guerra a la Iglesia, bien sea con máscara o sin
ella.
ESCÁNDALO EN EL BANCO
VATICANO
Ya hacía treinta años que no se escuchaba un escándalo
parecido, realmente la noticia no nos deja las cosas muy claras, es más huele a
“trampa” del gobierno y los bancos italianos para dejar en mal lugar a la
Iglesia.
¿Qué es lo que ha pasado? Parece un blanqueo de dinero, una
forma de utilizar, las autoridades del Banco Vaticano han afirmado: “que se trata de un error de procedimiento
que ha sido usado como pretexto para atacar al Instituto para las Obras de
Religión”.
¿Verdad o mentira, error, caza de brujas? No lo sabemos,
ahora bien si el hilo no estira más, habrá sido una difamación, o la búsqueda
del error burocrático, el tiempo lo dirá. Ahora bien, no cabe ninguna duda, que
alguien tiene ganas de propagar el dinero, la especulación, la riqueza, en
relación a la Iglesia, y a la incoherencia de su doctrina.
ABUSOS SEXUALES A
MENORES
El Papa en su visita al Reino Unido ha tenido que soportar
los duros ataques de aquellas víctimas de abusos por parte de sacerdotes, un
colectivo que no le basta el perdón o la disculpa del santo Padre. De nuevo se
mezclan tantas cosas, ¿Cómo es posible ese número de abusos? ¿Por qué se sacan
de las estadísticas de sectores y colectivos que tienen tantos o muchos más
casos de abusos?
Perdón sí, reconocimiento de la culpa también, ayudar a las
víctimas también, pero no sacrificar a tantos hombres sacerdotes buenos que se
dedican a anunciar el Evangelio que han quedado en entredicho y no tienen nada
que ver.
Un bombardeo sistemático de escándalos sexuales, investigar
todos los casos, el sacarlos a la luz, a provocado un deterioro sistemático de
la imagen de la Iglesia y de los curas.
No podemos afirmar que el hecho de ser sacerdote ya
signifique estar bajo sospecha de pederasta, algún sacerdote me comentaba que
le habían insultado por la calle simplemente por ir vestido de cura.
Es una asociación de ideas maliciosa, no es que no haya
habido casos o incluso lo haya ahora, es la generalización demoniaca hacia los
sacerdotes.
ABUSO A MENORES
Como un cubo de agua nos caía en Valencia la denuncia a un
cura por presuntos abusos a dos menores de 13 y 14 años, una noticia que dejaba
al clero en Valencia y en toda España sin argumentos para defender lo
indefendible.
La actitud del arzobispo de Valencia don Carlos Osoro ha sido
un claro ejemplo de dignidad, de valentía y de perdón para estos actos que
tanto daño nos hace a los católicos.
Pena, tristeza, rabia, por lo que esto supone para todos.
Misericordia y perdón para este sacerdote que cayó ante la debilidad del
cuerpo, para que pueda reparar su vida y seguir adelante. Y también entereza a
la Iglesia para seguir adelante ante lo que significa el bombardeo mediático de
la acusación, y como decíamos anteriormente la sospecha que vuela sobre las
Iglesias.
PORNOGRAFIA INFANTIL
¿ERROR?
Veíamos en el periódico Levante de la Comunidad Valenciana
unas acusaciones muy serias que implicaban a un sacerdote de una población de
Valencia. Un juez de Galicia había llegado según el seguimiento de los IP de
los ordenadores a uno situado en la Parroquia. El arzobispado de Valencia ha
desmentido que fuera el sacerdote, porque ese ordenador lo usan más personas.
De nuevo otro caso, de nuevo otro escándalo, de nuevo otra
duda, otro interrogante, y de nuevo más carnaza para los leones, ¿verdad,
mentira? Lo que si hay es daño, pena y desconcierto.
Rezar hermanos, pedir
al Señor que sostenga la barca de Pedro, pedir por los sacerdotes, por todas
las comunidades cristianas, pedir al Señor que estos duros momentos sepamos
aguantar el ataque, las trampas y todo lo que nos une en un profundo dolor,
orar el Padre Nuestro;“No nos dejes caer en la tentación, líbranos del mal”.
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