ASESINATO DE UN PROFESOR POR UN ALUMNO DE 13 AÑOS

MUERTE EN LAS AULAS



Se abre un debate en la opinión pública sobre la actitud de los menores, de cómo los más jóvenes se van convirtiendo en pequeños tiranos. Ese es el ambiente que se vive en muchos centros escolares. Lo digo con conocimiento de causa, he dado clase en varios Institutos de Educación Secundaria, y en ocasiones ves la agresividad de los alumnos, es evidente que muchos han perdido el respeto a la autoridad, porque piensan que se puede hacer lo que uno quiere, y eso es la mala interpretación de la libertad.

Las víctimas de los adolescentes agresivos son todas las personas de su entorno, desde los compañeros o chicos/as de su edad, sus propios padres y también los profesores. Jóvenes o casi niños que conocen sus derechos y que saben que no se les puede hacer nada, y es ahí donde se crecen y aprenden a pasar por encima de las personas.

Es una crisis profunda de valores y de principios que hace que se pierda la noción de lo bueno y malo, del concepto de pecado, y de intentar ser mejor y vivir en convivencia, estamos ante un entorno social de egoísmo, en donde la solidaridad es un bien muy escaso por qué no se valora la gratuidad.

Hemos conocido como un niño de tan solo 13 años cuando iba a su Instituto de Barcelona, el Joan Fuster, y entraba en su aula con intención de agredir a su profesora con una ballesta de fabricación casera. Agredió a dos profesoras, dos alumnos, y un profesor ha resultado muerto por las heridas de esta ballesta.

Parece que el chico llevaba tiempo manifestando agresividad, y hasta una lista negra de profesores que quería matar, un perfil en redes sociales de una calavera de fuego. Es bien cierto, que se piensa muchas veces que esto no va a ocurrir, pero la agresividad social, la facilidad de datos e imágenes en las redes sociales, hace que cada vez la agresividad pueda llegar a extremos tan graves que llegue a provocar muerte en las aulas.


Javier Abad Chismol


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