DÉJALO NACER



DERECHO A LA VIDA


Se ha modificado la Ley del aborto en España, y de nuevo se han creado divisiones en nuestro país, la división de los que creen que la vida del no nacido es propiedad de la madre y por lo tanto como una prolongación de su cuerpo y la de los que creen que cada ser humano es único y libre, que no es propiedad de la madre y que tiene derechos que están por encima de la madre. No se puede privar a ninguna persona del derecho fundamental que es la propia vida, que es el derecho a nacer.
Me resulta muy triste oír a partidos políticos, especialmente de izquierdas, decir que el aborto es progreso en los derechos de la mujer, o a medios de comunicación como El País afirmando en sus titulares que España ha retrocedido treinta años al modificar la ley del aborto. Estos colectivos se definen a sí mismos, porque que no les importa el derecho de los no natos, de los no nacidos, y pretenden convencernos de que abortar es algo así como ir al dentista, hay que manifestar con claridad el mensaje de que el aborto es injusto, que es un asesinato, que es un genocidio encubierto.
Es bien cierto, que la sociedad debe apoyar a las madres que se han quedado embarazadas en circunstancias difíciles, se debe estar ahí para que puedan seguir adelante. No hay ninguna madre que haya tenido su hijo que luego no este contenta de no haber abortado, cuando tienen en sus manos el milagro de la vida que es su propio hijo.
Hablemos por lo tanto de vida, de derechos y de solidaridad, no se puede decir a una madre no abortes pero luego no ayudarla, es el derecho a la vida digna de todas las personas.
El embarazo de un niño no puede ser una desgracia, o un dolor de cabeza, algo que quiero quitarme de encima y seguir mi vida sin más, respetemos el milagro de la vida, y seamos seres humanos civilizados, una sociedad madura no puede eliminar a los miembros de su propia especie, es cruel y despiadado, ¿Cómo pueden llamar a eso progreso o derechos de la mujer?
Ni que decir tiene los supuestos que en ocasiones se toman como legales, especialmente el que tiene que ver con el nacimiento de las personas con discapacidad. ¿Qué no son personas? Abortar a un niño porque tiene una discapacidad es hacer lo mismo que hizo Hitler, es decir, buscar la raza perfecta y eliminar aquellos individuos que no cumplían los requisitos de perfección. ¿Es eso solidaridad? No, eso es exterminio, es aniquilamiento. No podemos hablar de derechos de las personas con discapacidad o de leyes de la dependencia si no los vamos a dejar nacer, es incoherente y falso.
Apostemos por la vida, por la dignidad de las personas, por el derecho a nacer.
Javier Abad Chismol

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