LIBERTAD Y RELIGIÓN
El ser
humano busca la libertad, busca aquello que le permita poder realizarse, en
definitiva busca el sentido de su existir. ¿Debe la religión hacernos libres?
Desde luego ese debe ser uno de los objetivos fundamentales, por el contrario,
no cabe ninguna duda de que la libertad religiosa es uno de los temas que más
conflicto social produce, es más, podríamos decir que se utiliza la religión en
muchas ocasiones como arma arrojadiza contra quienes la practican, acusándola
de falta de libertad.
Recientemente
escuchábamos una dura crítica a un obispo que opinaba sobre un tema de moral, y
como ciertos consejeros de TVE, del partido socialista planteaban quitar las
misas en televisión española porque no están de acuerdo con lo que
defiende y trasmite la Iglesia Católica.
Se ataca
la práctica religiosa para no ofender a los no creyentes, a los que dicen no
practicar ni comulgar con ninguna religión. ¿Se puede atacar a la propia
libertad en nombre de la libertad? Desde luego parece un absurdo, un sin
sentido.
En
muchos lugares del mundo y ahora recientemente en España, se ha querido
desplazar a la religión católica, eliminando todos los símbolos, especialmente
el del crucifijo, porque se ha considerado que hería la sensibilidad de
aquellos que no son cristianos.
Si estamos en
un país aconfesional, es decir, que no hay ninguna religión oficial, todos los
centros públicos tendrán que utilizar la misma medida, sólo aquellos que se
consideren católicos en su ideario podrán mantener esos símbolos.
La pregunta que tendríamos que hacernos es si
esos signos molestan, o nos molesta lo que eso significa, o es más, si podemos
ir contra las raíces de una cultura, de una historia y de un país.
En
muchos lugares se ha querido atacar a la Iglesia dando más facilidades a otras
religiones, como es el caso del Islam, pensando que de esta manera se
debilitaría el catolicismo, pero como vemos lo que se consigue es que crezca
otro tipo de prácticas que en ocasiones son mucho más radicales que aquellas
que queríamos eliminar.
Una
religión borra a la otra, y luego ya veremos que hacemos con lo que quede,
porque no hay que olvidar que hay una gran sed de eliminar todo aquello que
tenga que ver con Dios, con la otra vida y con la dimensión espiritual.
Ahora nos encontramos con el problema de los
velos de las chicas en los colegios públicos, ¿qué hacemos con esto?
¿prohibirlo? ¿sentar un precedente? Las autoridades y los responsables de los
centros están muy preocupados, porque saben que las reacciones de los
cristianos y de los musulmanes no son las mismas.
Contra
la Iglesia, contra los cristianos, todo está permitido, porque se defienden muy
tímidamente, pero ¿y el Islam? ¿Vamos a ser tan valientes? Me gustaría ver en
programas como la noria de Tele 5, o en la “Secta”, perdón, la Sexta, si lo
hacen con el mismo interés y con la misma crueldad; no lo harán, porque ellos
no atacan al cristianismo, atacan a la religión, pero no lo harán contra el
Islam por cobardía, sobretodo porque les haría perder dinero.
La
religión católica es libertad y conocimiento de la verdad, la verdad que nos
hace libres y que la maquinaria de la propaganda quiere acallar con la injuria.
Ser cristiano es sinónimo de ser libres.
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