EL BAILE GRIEGO

SI PERO NO



Como si se tratara de una canción de Bisbal, o un nuevo baile griego, hemos vistos estos días el referéndum de la demagogia, es decir de las palabras que no dicen lo que quieren decir, un arte en que los griegos han demostrado ser unos artistas, han jugado con las palabras, con los significados e incluso utilizando el cinismo.

Es el primer gran pulso que un país con un gobierno de izquierda radical plantea a Europa, y todo basado en un impago de la deuda, o que otros quieran que les paguen las cosas, que el resto de países paguemos las deudas griegas porque ellos lo valen, porque se consideran con autoridad moral para poder hacerlo.

Es la famosa autoridad moral de la izquierda para gastar y gastar, pero que la fiesta la paguen otros, o que pague el estado y cuando ya no se pueda que los paguen los otros países.

Alexis Tsipras pedía el NO a las medidas de austeridad a Europa, pero realmente era un SI a una negociación con mayor presión. Pero ¿a quién le gusta la austeridad? A nadie nos gusta apretarnos el cinturón, y cada uno debe saber lo que puede o no puede gastar, si nos preguntan si queremos pagar impuestos todos diríamos que no queremos. O cuando nos vamos a comprar saber el dinero que tenemos y lo que podemos comprar.

Aquí la demagogia acampa a sus anchas, y como no, aplaudida por Pablo Iglesias y el Frente Nacional francés, es decir, los nazis, y en América por Nicolás Maduro en Venezuela.

¿Qué pensará el pueblo griego que voto NO a las medidas de austeridad? Cuando realmente al final el gobierno griego va a subir el IVA, va ajustar las pensiones y la edad de jubilación. Al final, la verdad, es que parece una tomadura de pelo, es el sí pero no, o darme el no para luego negociar el sí, en definitiva pura demagogia.


Javier Abad Chismol

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