ENTRE TODOS:
CUANDO EL NEGOCIO SE
LLAMA SOLIDARIDAD
La Primera de televisión nos deleita todas las tardes con un
programa de lágrima fácil, en donde no es difícil quedar indiferente ante los
problemas de la gente. Podemos oír los grandes dramas que hay en nuestro país,
dramas y situaciones personales que se han agravado con la crisis.
La crítica que yo hago no es por lo interesante de que las
personas puedan ayudarse unas a otras, algo que es muy positivo, en definitiva
hablamos de algo vital para nuestra sociedad, que es aprender a compartir. Para
mí el problema viene cuando se utiliza la solidaridad con ánimo de lucro,
cuando se implica a las personas para que ayuden a dar lo que casi no tienen,
cuando se hace bandera de la lastima para así comprometer a la gente.
Podríamos pensar que no tiene nada de malo este programa, que
su presentadora sabe conectar con la gente, que hace bien su trabajo, pero el
problema viene cuando descubrimos lo que nos cuesta a todos los contribuyentes
esta pantomima de la solidaridad, no olvidemos que se financia con dinero
público, que hace unos años se decidió que Televisión Española no tuviera publicidad,
y por lo tanto ahora toda la producción de los programas lo costeamos cada uno
de nosotros.
El programa tiene un costo de 3,68 millones de euros por
temporada, y su presentadora Toñi Moreno cobra 1.400 euros por programa. Por un
poco que hagamos números veremos que no es muy rentable, que es mucho más lo
que cuesta que el beneficio que se saca con los donativos de la gente.
Creo que si todo ese dinero se empleara para obra social se
haría una labor mucho más grande, y no se vería la solidaridad como una forma
de enriquecerse, algo en lo que también caen algunas ONG.
Javier Abad Chismol
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