DESESPERACIÓN, A DOS VELAS



A DOS VELAS


A dos velas estamos todos los españoles, estamos a oscuras, por cortar, cortan la luz hasta las consejerías públicas, como ha ocurrido en Valencia, la falta de pago ha llevado a las compañías eléctricas a cortar la luz a sitios que parecía que eso fuera imposible.
Es un claro ejemplo de como está la situación, la precariedad, la pobreza y la miseria está llegando a todas partes, ya no hay dinero para nada, cada vez somos más pobres, todos, las administraciones públicas, las empresas y las familias.

Hemos conocido también estos días el drama personal de los desahucios, de como personas que ya no pueden pagar su hipoteca porque están en el paro y no tienen ingresos son echados de sus viviendas sin ningún tipo de contemplación por parte de los bancos. Algunos no han podido soportarlo e incluso se han suicidado o lo han intentado, un hombre de Granada se ahorcó y en Burjassot un hombre se tiró por la ventana, es la desesperación llevada al extremo. 

La pobreza llega a todas las familias, cada vez somos más pobres, cada vez necesitamos ser más solidarios, más generosos, incluso en la propia carencia. El ser humano puede actuar de dos formas, una de ellas la de sálvese quien pueda, y otra la mirar por lo demás, la de arrimar el hombro e intentar salir de esta todos juntos.
El dinero parece que se ha acabado, y el Estado ya no sabe de donde  sacar, recortes y más recortes, más y más impuestos, y por lo tanto cada vez más gente desesperada y a dos velas, nos queda la resignación, el no perder la calma, en ayudar y ser ayudados y esperar y desear que el futuro sea algo más halagüeño.

Javier Abad Chismol

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