ASALTO A SUPERMERCADOS
Quizás lo último que esperábamos es que los líderes políticos
comunistas y socialistas llevaran al extremo su ideología y ahora jugaran a ser
una especie de Robín Hood mezclado con Pancho Villa, todo ello capitaneado por
un señor con barba y con tirantes, alcalde de un pueblo llamado Marinaleda, el
sujeto en cuestión es de Izquierda Unida, vamos comunista, y está en coalición
con el PSOE para gobernar la Junta de Andalucía.
Sánchez Gordillo es nuestro héroe, es el nuevo asaltante, ya
tiene sus bandoleros, “El Sindicato Andaluz de los trabajadores”, y por
supuesto el apoyo de sus camaradas, ¿Por qué no puede ser delito robar a los
ricos? Así se defiende después de haber asaltado dos supermercados, llenar
carritos de comida y sacarlos sin pagar, vamos un puro hurto y asalto. Y para
ello han usado la coacción, el insulto e incluso la agresión a las empleadas de
los supermercados, pero todo vale para este señor aforado y acomodado.
Además de esto han tomado una finca en Sevilla, asaltada y
tomada por sus jornaleros secuaces, y para añadirle más ilegalidad encima esta
finca pertenece al Ministerio de Defensa, ahí han acampado, y ¡No los moverán!
Bueno mientras escribo esto los iban a echar del terreno invadido.
¡Viva Zapata! Ese es su grito y Sánchez Gordillo dice que no
ha hecho nada, que no ha realizado ningún atraco, que ha realizado una
expropiación alimentaria, para los más necesitados, pero a día de hoy no se
sabe que lo sustraído haya llegado a ninguna institución benéfica.
Se olvidan que hay grupos y asociaciones como Cruz Roja, Caritas,
Banco de Alimentos, que ya realizan ese apoya a las personas sin recursos, yo
mismo desde la parroquia donde me encuentro ayudamos a más de 50 familias, y el
alimento los pedimos a la gente y a las instituciones que quieren ayudar, pero
no vamos por el barrio a robar a nadie.
Solidaridad no es robar, no es agredir, no es saltarse la
ley, es repartir justamente las riquezas entre los que menos tienen, lástima
que la izquierda de este país solo entienda de agresiones al Estado de Derecho
para conseguir sus objetivos, no los consintamos, que paguen su delito y
critiquemos firmemente estas actitudes que pretenden acabar con la paz social.
Javier Abad Chismol
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